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Sobre Kelan y su Espada

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gridcube's avatar
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Sobre Kélan y su espada

...

Existió una época, una época muy lejana, en la que había una guerra, de qué iba la guerra, porqué había empezado, quién iba ganando, nadie lo tiene muy claro, lo que la gente recuerda claro es a Kélan y su espada.

Kélan era un simple soldado, durante toda su vida nunca había echo nada extraordinario, era solo un soldado, menudo de complexión, algo alto, siempre llevaba el pelo un poco largo, que era de color rubio sucio, no importaba como se vistiera siempre le quedaba mal, a todas luces era un simple soldado, pero el destino iba a ser un poco cruel con el...

Cuando Kélan  tuvo edad suficiente sus padres lo enviaron al ejército, donde le fue dada su espada, la primera que tuvo y la que porto hasta su muerte. La espada de Kélan nunca tuvo nombre propio, es el tipo de espada que no se lo merece. La espada de Kélan tenía un mango de madera y era de acero. Estaba echa con un solo objetivo, ser la espada de un soldado, no ser la espada de un rey, ni siquiera la espada de un general, era la espada de un soldado, pesada, opaca, algo sucia, pero filosa, y Kélan sabia llevar su espada, había practicado mucho con ella.

Durante la batalla de los mil soles, donde todos los reinos del mundo lucharon, los ejércitos contendientes, al parecer todos ellos, se enfrentaron.

Kélan estaba en un cuadro menor, ni contaba entre tantos, sin embargo mientras las batallas se sucedían algo extraordinario ocurría, la tropa de Kélan sobrevivía a todo enviste, contra tropas claramente superiores, la tropa de Kélan sobrevivía.

Así lentamente fue adentrándose en el campo de batalla, según la creencia popular debían conquistar una montaña particular, donde había un templo muy antiguo, aunque algunos creen que era una estatua, mientras otros creen que era una cueva donde había un pergamino sagrado, sea cual fuere queda claro que fue la tropa de Kélan la primera en llegar, y que resistió lentamente los envistes enemigos, mientras sus compañeros caían, uno a uno, y el iba quedándose solo, contra toda prueba, entonces sucedió... al ver a sus compañeros caídos Kélan rogó a los dioses, algo que todos hacemos, solo que el estaba en un lugar y un tiempo muy apropiados, al parecer todos los dioses estaban escuchando y Kélan nunca había profesado ninguna religión en particular... el punto es que Kélan no fue muy especifico, se cree que dijo algo como, “¡Hay Dios Ayúdame!”, y sucede que todos los Dioses (Todos), se decidieron darle una mano a Kélan, todos a la vez, no solo intervinieron activamente en el mundo humano, cosa ya rara para un dios, sino que todos a la ves tomaron la misma decisión... Encantaron la espada de Kélan, y a partir de ese instante, nada, nadie, nunca podría ganarle a esa espada, ¡ni siquiera un dios! Porque había sido encantada por todos a la ves, ¡y eso nunca ocurriría de nuevo en toda la historia humana!

Sin embargo Kélan no lo noto de inmediato, sino que a duras penas se salvo de morir, una, dos, tres... ¡¿ochocientas veces?! ¡Eso era raro! La flechas parecían ¿esquivarlo?, las espadas enemigas parecían flaquear, por fortuna la espada de Kélan caía sobre las manos enemigas y estos fallaban sus estocadas... Si, Kélan estaba teniendo suerte, parecía que por una vez en su humilde vida los dioses lo favorecían, no sabia, ni imaginaba, cuanto.

Así Kélan sobrevivió, y no muy pronto el grueso de su ejercito se fue acercando, ya que los enemigos se alejaban de Kélan, “parece un demonio” decían, “nadie puede ganarle” agregaban. Lentamente sus compañeros fueron llegando hasta el, y cuando llegaron lo vieron parado entre cientos, sino miles, de soldados heridos estaba el, y miraba con furia a los que se atrevían a desafiarlo. claro que al ver llegar a sus generales, cambio su postura y dijo ¡aquí esta y es nuestra!, a que se refería se ha perdido pero la idea es clara Kélan conquisto el solo el objetivo.

La Guerra continúo por años según dicen, sin embargo la espada de Kélan nunca abandonó su lado y gano todas sus batallas. Fue elevado a general y su espada guío ejércitos enteros que nunca perdieron y le fueron entregadas mil espadas de altísima estirpe con complicados nombres y extrañas runas inscriptas que nunca tomo. Solo usaba su simple espada de acero con mango de madera.

El tiempo pasó lenta pero inexorablemente y la guerra termino, se sabe que el ejército de Kélan no gano, porque fue enviado al frente equivocado, y aunque ese frente sobrevivió terribles envistes, otros que se creían mas seguros fallaron y su imperio cayó. La espada de Kélan gana toda batalla pero no toda guerra.

Así Kélan vivió muchos años siempre con su espada a un lado pero con el tiempo empezaron a notar algo extraordinario en verdad, Kélan no moría, pasaban años y años y Kélan no moría. Mil años pasaron y Kélan no moría aunque ya era bastante anciano y la gente lo tomaba por un extraño monje allí donde iba, un monje guerrero de antigua factoría claro, porque hablaba de una forma muy rara y contaba extrañas historias del pasado.

Finalmente los dioses notaron a Kélan, sentado en una roca en la cima de una montaña, alrededor de el había crecido el pasto, y sobre sus piernas descansaba una espada mellada, de acero, con el mango de madera algo roto, pulido por siglos de uso, la barba blanca caía larga, y sus ojos miraban hacia el horizonte.

“¿Qué Esperas?” dijo un dios a Kélan, pero este desacostumbrado a escuchar a otros no se movió, “¿Qué esperas?”, repitió otro dios, a lo que Kélan giro lentamente la cabeza, “¿Qué esperas?”, repitió un tercer dios con la paciencia que los dioses saben tener a veces, “No Lo Sé” fue toda su respuesta, “te dimos un destino” dijo otro dios, “Ya lo has cumplido”, agrego otro, “Entrega la espada a otro eso te liberara de ella y el tiempo podrá cobrar tu deuda con el”, al decir esto Kélan sonrió, sus dientes amarillos brillaron bajo su larga barba. “Bien” dijo y lentamente se levanto, tras siglos de estar sentado, no se sorprendió de que sus músculos recordaran como hacerlo, tan acostumbrado estaba a los dones de su espada, y camino lentamente hacia el prado.

Quisieron los dioses, no todos sino aquellos que hablaron con el, que en ese mismismo prado estuviera ocurriendo una batalla. Sobre que iba, Kélan lo desconocía, sin embargo vio un joven soldado que valiente resistía ante enemigos mas entrenados. Así tomo su decisión, no por afecto ni por odio, solo porque estaba cansado, y lo defendió con poca decisión, porque sabia que no perdería. Desarmo a sus contrincantes, que huyeron al verlo, ¡un anciano portando una espada antigua, que aparece de la nada y que nadie puede vencer! Bueno resultaba que sobre eso iba la guerra, dos grandes ejércitos se habían reunido porque creían que por ahí entre esas antiguas montañas estaba esa espada que nunca perdió batalla alguna, solo que no sabían que eso incluía incluso la batalla contra el tiempo mismo.

Las nubes de tormenta cubrían el cielo, y sobre Kélan caía la lluvia pesada, miro al muchacho que había escogido y dijo...

“¡Perdóname!”

Mas luego soltó la espada, que se clavo varios centímetros en la tierra.

Cayó lentamente como si se deshiciera y la lluvia lavo sus huesos blancos.

Porqué escogió estas palabras para ser las ultimas de su vida, eso es algo que solo alguien que a vivido tanto como el sabría con certeza.

Claro que la historia de La Espada de Kélan no termina ahí, muchas batallas mas libró, pero esas son otras historias.
Esta es la historia de Kélan

de acá salen muchas otras... pero necesito entender de verdad que esta mal en esta!!!

AYÚDENME!!
Comments9
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skimpercita's avatar
...una é;poca muy lejana, en la que había una guerra, de qué iba la guerra,... no me gusta mucho lo de "de que iba la guerra" o sera que aca no decimos asi... me agradaría mas "Como iba la guerra..."

...nunca había echo nada extraordinario =hecho

La idea general es muy buena, para sacarle aun mas provecho, te quedo bn...
Solo que ampliar las descripciones seria genial... :D
sorry por leer apenas